miércoles, 2 de diciembre de 2015

C/D ~ CELOS, CÁRCEL DE CELOSÍAS.

La miro.
Suspiro.
¡Ojalá, tú en el olvido! 

Papiro,
tú que me entiendes,
aunque no me entiendas;
confieso que me mido

que vuelco, y viro
¡que soy
círculo completo en mi propio giro!

Cíclica en próximo retiro,
espero.

Pero es que tú, mecha que prendes
encomiendas 
los miles de males, pues, pido

¡Que desaparezcas! 
¡Sus manos como garras en tus glúteos!
¡La sangre burbujeando en los montes!
¡Miradas incendiadas!
¡Corazones agrietados por daños corazónterales!
¡Que nazcas y perezcas!
¡Que dejes de meter cuando te plazca
tu mirada en sus ponientes!

Escorpión que me condena.
Agijón es la perpetua.
Observando en la tortura.
A orillas de Locura.
Perpetúa la pena.

Y de repente... ¡SERENA!

Pues el celo encadena,
aparente celosía, que, por fin tiro.

M.R.C. 

Sed humano.