miércoles, 30 de diciembre de 2020

~B ~ POLÍTICA: QUERIDO ¿ROJO?

Nuestro imaginario nos muestra un líder. Además siempre suele ser hombre. Pero eso ahora da igual. Un líder. Una líder. Nos imaginamos el Congreso de los Diputados. El Senado, o la Moncloa. Nos imaginamos la Casablanca, Down Street y... y para de contar, porque de ser tan poco imaginativos (con todo el potencial que poseemos), nuestra mente no va alcanzar a imaginar como quiera que se llame la institución presidencial de Uganda (mi persona tristemente incluida). 

Los medios de comunicación avasallan cada día con noticias sobre qué dice éste, aquel, qué contempla una ley, un debate o una medida económica. Nosotros, como Caperucitas (ROJAS) que van a la boca del Lobo, continuamos dando rédito a lo que, cada día más, resulta (al menos desde mi perspectiva), una farándula en la que estar a gusto mientras 'no nos quiten el Nesfli'. En efecto: para nosotros la política es eso: Moncloa, Pdr Snchz, V**, Casablanca, Biden, y a veces, según cómo fluctúen las queridas redes sociales, un 'conflictillo' arabesco por aquí y una excentricidad de Corea del Norte por allá.

Parece que se nos está olvidando, devorados por la telaraña de los media, el poder que le estamos otorgando precisamente a la telaraña de los media, y la cada vez más amplia lejanía que nos separa de estos líderes a los que elegimos. Parece que se nos está olvidando que cada uno de nosotros es política, y que por mucho discurso que dispongamos chulescos y ególatras en los media (y es que se suele quedar aquí) si no hay actos detrás de las palabras y los dejamos únicamente en manos de los electos, la política será únicamente una mampara de autocomplacencia. (Ni siquiera estoy hablando de ir a apoyar a familias en proceso de desahucio; hablo de cada uno para con los demás en su día a día).

¿Por qué aumentan las víctimas de violencia machista cada día, con toda la concienciación que parece haber, por ejemplo? ¿Será, quizás, porque la creciente importancia de la imagen implica que la violencia no deje de estar, sino que se esconda mejor? 


¿Llegaremos a cerciorarnos del poder que tenemos cada uno de nosotros, como individuos? ¿De que política puramente es el hecho de vivir y convivir?


Y si se te ocurre decir a raíz de esto 'ya, pero no es tan fácil, todos tienen sus problemas', 'el bien y el mal son relativos' te aconsejo que apliques este mismo pensamiento cuando critiques algo en Twitter, (de las más recurridas en esto) y que recuerdes qué te parece la relatividad del bien y del mal cuando se habla de Hitler, por ejemplo. ¿A que ya no es tan relativo? 

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¿Qué es ser rojo?

¿Y tú me lo preguntas?

Ser rojo es estar colorao siempre: sacarse los colores a base de hostias de autocrítica. Reconocerse en la vergüenza de reconocerse egoísta, no pensar en que se es humilde, pues así se deja de serlo. Ser rojo es ser perfecto, cuando no se sabe que se es.


Así que no digamos 'somos rojos' porque nos diré algo: vaya pedazo de RED flag. 


¿Y tú lo eres? A veces. Cuando no sé que lo soy.


M.R.C.