Hesse aquí una reflexioncilla:
El aumento de la tecnología ha provocado la consumición más rápida de imágenes. Pero no únicamente imágenes como tal, visuales, sino la imagen más bien psíquica, e incluso profesional. La reputación, en resumen.
Las Redes Sociales entran dentro de dicha tecnología, que, muy ducha, y tirándome a una piscina de barro, podría decir que está influyendo de manera visceral, aunque subliminal, en el comportamiento social humano. Voy incluso a osar criticar esto y meterme en el berenjenal del pensar que las interrelaciones se están fragmentando y convirtiéndose en la misma rápida consumición y, más loca aún, pensar que es todo a causa de lo que he mencionado antes.
"Y eso k tiene k ver con la nabida?"
La viralización, el sentimiento colectivo de la búsqueda constante de justicia y la consumición rápida de cada reputación de los usuarios provocan, en el caso de un considerado "mal comportamiento", sin conocer las versiones necesarias (condicionado por la consumición rápida de la que hablaba, algo ocurrido en la mayoría de los casos), un juicio y una actualmente denominada "cancelación" que nos hace parecer cada día menos pacientes, más impulsivos, y que, en cierto modo, puede traspasarse a la realidad, con el resultado de un desencanto social generalizado. Algo verdaderamente desagradable.
En dos días a lo mejor, si alguien ha logrado sacarme del embarrado con un buen contra-argumento, pensaré lo contrario o parecido pero menos. De otro modo, o empezamos a utilizar las Redes Sociales como meras herramientas para facilitarnos la vida y no para crear estampitas de nuestra perfección, o vamos a acabar como dice la tan sobrevalorada por su imagen y no por su real talento, Rosalía:
MALAMENTE.
M.R.C.
