La baraja en la carta
táctica barajada
dados en la estacada
dada al azar se aparta.
Con sus azarosas luces
más las sombras
doy de baja, y de bruces.
¡Ay, qué alfombras!
Ajedrezado del demonio
a lo peor, de los celestes
¡Aún no te acuestes!
¡Quiero dar buen testimonio!
El tiempo que es su amigo, o no, la hace acabarse. Como alguien que sopla una vela y le quita la luz, en este caso, hace ocaso y se la pone.
Preciosa vasija indómita llena de estrellas, estrellada, estrella de mi vida, tan oscura como siempre.
Y no das nada de miedo, pues el amanecer, como una eterna esperanza, hace acto de presencia para poder otorgar el paso a tu compañera. Que sigues siendo tú.
Así que jugando
domino el día
diácono enjugando
dormido la travesía.
Mus en la mesa
me sabe a poco
como tú yo me sé presa
sabionda del día loco.
M.R.C.
La noche, mi eterna prometida.
Buena partida.
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