domingo, 9 de junio de 2019

~ C/D ~ VERDE, EL COLOR DEL VENENO Y LA ESPERANZA ~

Se le escurría entre sus huesudas falanges un líquido con el que decidió darse un luengo y relajante baño. Ahora ya no tenía mucha más piel; el ácido se introdujo por sus poros y su cuerpo mostraba un macabro mosaico de dermis roja, alternad con pedazos en los que se apreciaba un blanco sucio procedente de la parte ósea que al humano le toca por defecto. Se miró en un espejo que tenía a mano en el reborde de la bañera y vio el horror, sin horrorizarse, no obstante. Lo raro hubiera sido que no se le vieran las cuencas de los ojos, o los pómulos deshechos, o los labios entreabiertos para siempre después de aquello, no te jode.

Miró la etiqueta del frasco en el que reposó hasta ese momento el verdoso líquido. "Esperanza".
Reparó en que quedaban aún gotas en él, así que las bebió. Su garganta entonces fue un cuadro. Alcanzó, sin embargo, a exclamar:



¡Vaya con la Esperanza!
Se quedará siempre conmigo.
Del destrozo de este cuerpo,
del que soy testigo
hace, mientras mermo,

menuda extravagancia!



M, de ¡Mierda!




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