jueves, 23 de abril de 2020

~ C/D/A ~ DE LA CONFIANZA, CON FIANZA

Por un barranco he saltado
entre dos cañones me hallo
comer cáñamo ha sido mi fallo,
y endulzar el limón madurado.

Cuántos saltos habré necesitado
para adiestrar a mi mano hasta el callo
cuantas más veces estallo
menos cura para lo estallado.

Qué vida dan estos limones
críticos cítricos amargos
y mientras se suceden los embargos
más añicos y más jirones.

Mi espadaña ya sin filones
duerme intranquila sin encargos
sueña con el fin de los letargos
y con el del abrazo de letales sillones.


Marina.

En concordancia al Día de Las Letras, quienes nos ayudan a ponerle nombre a lo innombrable.


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