jueves, 11 de junio de 2015

C/D ~ ELLA

No quiero que las fauces de la bestia 
que crece te alcancen, pequeña.

(Nunca presa. Presa, cautiva. Presa en cautividad para comerte).

No quiero que la modestia
en el fuego de tu alma ya no sea leña.

(Quiero que seas tú siempre, semilla engendrada a petición de otra semilla).

No quiero que no sea de tu interés
el regocijo de lo clásico
 
(Miras a un conjunto electrónico de coincidencia pensada, mientras yo me comía la celulosa tatuada).

No quiero que el estrés
no venga de la mano de no saber lo básico.

Porque tus ojos se merecen otra cosa.
Porque tus manos han de tocar el cielo.
Porque tu boca quiere expresar grandilocuencia.
Porque tus oídos no saben lo que es bueno. O lo que lo ha sido.


M.R.C. "Que si eliges un camino sea cuesta arriba, que aunque es difícil, tiene cima".








 

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