lunes, 26 de septiembre de 2016

C/D ~ DOS TE SALVEN, ALEGRÍA (III)

- ¡Pancho!
- ¡Señor muy mío!
- ¡Más mío que tuyo, más, sí! ¡Que nos llevan! ¿Qué nos hacen? ¡Nos empalarán, querido amigo!
¡Del mayor dolor seremos atento testigo! ¡Mira que ya siente mi cuerpo el frío!

- Dejen ustedes de gritar, hagan el favor- El guardia civil hizo un gesto a su compañero con la cabeza, con una nada disimulada extrañeza, mientras retenía en sus brazos al exaltado hidalgo.

En el otro lado, un resignado Pancho, en honor a su nombre, el hombre rezó, bastante pancho para estar sus brazos en gancho con el otro guardián:

- Fíjese ilustre, que al menos así tendremos pan. 
- Y fíjate tú que en la cárcel tratan a humanos como a un can. ¡Civilizados señores! ¡Tengo miles de cuarenta mil honores! ¡Vean mi remilgado atuendo! ¡Con eso debiera bastar para debastar este injusto minuendo! ¡Soy señor de los mil lores! ¡El caballero con más soles! - Insistía Don Cogote.

- Ya veo que le ha dao el sol, majo. Tranquilidad, hemos llamado a una ambulancia. Parecen ustedes trastocados. Han debido de sufrir un accidente en el tránsito de alguna gira teatral- El civil se dirigió de nuevo a su compadre.


- ¿Ambuqué? ¡Que no sea en demasía lo que usted ladre! ¡Que no soy espectaculero...!

Después de tejes y manejes con los señores del futuro, ya en un hospital, (imagínese el percal) más extrañados se hallaban a medida que pasaban las horas. La joven verdulera había desaparecido, y ahora después de todo la añoraban, estimado lector, os lo aseguro. 

- Pancho ¿Dónde estará la joven estrellada? La llamaré así, que para algo, dice, es una estrella.
- Cuán chistoso señor doño jajaja pero no sé. Tampoco es que fuera muy bella...
- Mira que con todo, sentí uno de los buenos contactos...
- Será de los impactos, hombre.
- Ese despeinado moño, así todo insano, como de mimbre... un delicioso olor a ajo...


- Ojo... que ya tenemos idilio, y me afilio a la idea de que de ello, descripción y concilio. A ver si concilio yo con Morfeo, que aun a uno siendo feo y viviendo el guarreo le hace al sueño el atajo...-


guiña Pancho Lanza para usted, marujeo tal, que no será la última vez.

M.R.C.


















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